La producción de tomate en las áreas del altiplano guatemalteco, es realizada por pequeños agricultores en invernaderos o macro-túneles, los cuales cuentan con bajos niveles de tecnología y son manejados de manera empírica, esto ha provocado según reporta González, M. (2016:23) “baja productividad comparado con otros países productores de tomate, lo cual incrementa el costo de producción y baja rentabilidad y competitividad” indicando que no existen experiencias en el uso de nuevas tecnologías de fertilización, el desconocimiento de la eficiencia de aplicación de fertilizantes foliares y el uso de productos amigables con el ambiente.
Por lo que se evaluó “determinar el efecto de tres productos orgánicos y uno químico como fertilizantes foliares en el cultivo de Tomate (Solanum lycopersicum L.) Bajo condiciones de invernadero”, este se llevó a cabo en el municipio de San Miguel Ixtahuacan y en la Aldea de Cuya, del municipio de Tejutla, del departamento de San Marcos.
Los fertilizantes foliares que se evaluaron fueron: Biol, Purín de lombricompost, Bio-Fertilizante con extracto líquido de microorganismos de montaña, testigo relativo Bayfolan Forte y un testigo absoluto sin aplicaciones. Los tratamientos fueron los tipo de fertilizante foliar y las variables respuesta, de tipo productivo, de calidad externa, de calidad interna y de rendimiento agrícola, para el estudio se establecieron dos experimentos en bloques completos al azar, teniendo un área promedio de 252m2 y 140 m2, las aplicaciones se iniciaron un mes después de la siembra con un intervalo de 15 días, con 6 aplicaciones y los datos referentes a las variables respuestas se tomaron durante el ciclo de producción y al momento de la cosecha. El manejo agronómico del cultivo se realizó en base a las recomendaciones para la variedad Retana y la fertilización edáfica basada en el análisis de suelos previo.
Ya que en que en la investigación en los tratamientos no hubo diferencia estadística significativa, fue necesario realizar un estudio económico el cual nos dio como resultados que el tratamiento T3 posee una rentabilidad del 10 % y el tratamiento T4, con una rentabilidad de 3%, esto quiere decir que por cada quetzal que el productor invierta sacara 10 centavos de ganancia respecto al T4 que por cada quetzal invertido sacara 3 centavos de ganancia.
Este rendimiento es gracias a la aplicación de fertilizantes foliares orgánicos, según estudios realizados tanto a frutos como análisis foliares nos dio resultados diferentes en cada tratamiento arrojando que posee mayor contenido de nutrientes en frutos, los tratados con fertilizantes foliares orgánicos.