La producción de plántulas de tomate requiere la utilización de sustratos, proporcionando a la semilla condiciones optimas para una buena germinación. El sustrato debe de ser inerte, libre de patógenos, con textura porosa y una buena retención de humedad. El sustrato mas utilizado es la turba comercial tipo Peat Moss o turbas de musgo (Sphagnum sp.). Sin embargo, La región del Altiplano Occidental de Guatemala, por sus características de distancias y caminos, tienen un limitado acceso al sustrato para producir pilones, teniendo que adquirir pilones, en muchas ocasiones, con daños mecánicos o amarillamiento.

Se desconoce el comportamiento de la germinación y desarrollo vegetativo del cultivo de tomate empleando sustratos elaborados con materiales locales en diferentes zonas altitudinales de la región. Aquí se demuestra que la mezcla de tierra negra, estiércol de caballo, microorganismos de montaña y harina de roca son una alternativa viable para la producción de plántulas de tomate. Las unidades de validación a través de las parcelas pareadas comparo la utilización de pilones de tomate con sustrato elaborado con materiales locales en comparación con peat moss, demostrando un aumento significativo del 20% en el rendimiento. Además, la inversión en campo es altamente rentable, al tener una tasa de retorno marginal del 71.36%. Los resultados generados demuestran una optimización de los rendimientos, empleando materiales accesibles y económicos para la elaboración de sustratos para la producción de pilones de tomate. Esta validación es el punto de partida para la difusión de resultados relacionados a la generación de tecnologías como alternativa al aprovisionamiento de pilones de tomate. Además, estas deben de ser asequibles para su adopción con los actores locales de la agrocadena del cultivo de tomate.