Guatemala 17 de diciembre (IICA). Entre marzo y diciembre de 2024 se desarrolló la investigación “Investigación y Desarrollo de un protocolo agroecológico para la producción sostenible de tomate de invernadero”, con el objetivo de evaluar alternativas productivas más sostenibles que faciliten la transformación y el consumo de tomate, cuidando la salud humana y el ambiente.
El estudio se llevó a cabo en 12 localidades rurales del altiplano occidental, específicamente en comunidades de San Andrés Semetabaj (Sololá); Cajolá, Quetzaltenango, Olintepeque y Palestina de los Altos (Quetzaltenango); así como en el municipio de San Marcos y San Pedro Sacatepéquez (San Marcos). Durante nueve meses, se comparó un sistema de producción agroecológico con el manejo convencional utilizado por productores locales.
La investigación tuvo como objetivo principal demostrar y validar un protocolo basado en prácticas agroecológicas, que incorporó bioinsumos y microorganismos de montaña, para mejorar el rendimiento, la sanidad y la calidad del cultivo de tomate (Solanum lycopersicum), para contribuir a la regeneración del suelo y a la reducción del uso de agroquímicos.
El sistema agroecológico evaluado integró el uso de plántulas injertadas para mejorar la resistencia a enfermedades del suelo y virus transmitidos por mosca blanca; microorganismos de montaña activados para la protección del cultivo y liberación de nutrientes; ácido salicílico como bioestimulante; bocashi para el control de nematodos; bioviagra (caldo sulfocálcico enriquecido) para el control de tizón tardío; así como bocashi con microorganismos y biofermentos para la nutrición del cultivo y la fertilización foliar.
Resultados productivos y estadísticos
En términos de rendimiento total, el paquete agroecológico superó al manejo convencional en 4 de las 12 localidades, mientras que el sistema convencional obtuvo mayores rendimientos en 6 localidades; en las 2 restantes, ambos sistemas mostraron resultados similares.
Respecto al número de frutos por planta, en 7 localidades el manejo convencional presentó mayores valores, mientras que el sistema agroecológico superó al convencional en 5 localidades. Factores como deficiencias nutricionales, la incidencia de tizón tardío y el ataque de botrytis en racimos florales influyeron en estos resultados.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio se observó en la calidad del fruto. A partir de mediciones de diámetro polar, se clasificaron los tomates en primera, segunda y tercera calidad. En 10 de las 12 localidades, el sistema agroecológico produjo mayor cantidad de frutos de primera calidad (≥ 67 mm), superando al manejo convencional, que solo mostró mejores resultados en dos localidades.
Además, el estudio identificó oportunidades para la transformación y diversificación del tomate de invernadero. Se cuantificó la producción fuera de los estándares comerciales y se exploró el desarrollo de salsas, condimentos y subproductos, con el fin de agregar valor, reducir pérdidas y promover productos más amigables con el ambiente y la salud del consumidor.
Alianzas para la innovación agroecológica
La investigación fue posible gracias al trabajo articulado entre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Asociación de Desarrollo Agrícola y Microempresarial (ADAM), RIKOLTO y la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), fortaleciendo la generación de conocimiento aplicado para una agricultura más sostenible en Guatemala.
Como parte del proceso de divulgación, se desarrolló material didáctico que documenta prácticas clave del protocolo agroecológico, como la elaboración de bocashi con microorganismos de montaña y la producción de pilones con sustratos locales, contribuyendo a la transferencia de conocimientos hacia productores y técnicos del territorio.
Descarga aquí: https://repositorio.iica.int/items/82bb95c3-a39f-4722-8764-721b3e724ad0
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Claudia Calderón: claudia.calderon@iica.int